viernes, 25 de noviembre de 2011
Otro tema que me inquieta y me aterra es el futuro, pero a la vez no quiero el presente, me deprime la idea de que mi vida es una en millones, y que es muy cortita en lo que se trata el mundo, la idea de pensar cuando sea grande y vieja, no por favor! Y no es que tenga nada contra los viejos, pero que se yo, no me gustaría vivir pensando que ya no me queda una vida por delante, sino, una que fui dejando de a poquito atrás, en fin, rayes y pensamientos míos.
Nunca lucho por tener lo que quiero, mala mía, siempre igual, me encapricho con las cosas, pero no hago nada al respecto, dejo que el tiempo corra, y la vida pase, tengo que dejar esa actitud y cambiar de papel, y es así, no a todos les toca la misma suerte, algunos tienen que hacer la suya propia, cosa que a mí no me sale y si vamos por la suerte que me toca vamos de mal en peor, a veces siento que ni una me sale bien, y que ciertas cosas no me pueden estar pasando, tengo que cambiar de actitud ya mismo, pero cuesta, me pongo a pensar y creo que nunca “luche” por algo que quise sino que lo sufrí en silencio, estoy cansada de que sea siempre así, no puedo dejar las cosas pasar, y se bien lo que quiero ahora, lo quiero a él, quiero sus histeriqueos, quiero sus juegos, y no voy a dejarlo pasar.
martes, 22 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
Nada es imposible, solo complicado.
Siempre dije que verdaderamente eres cómplice de la felicidad cuando aprendes a valorar la importancia de las cosas.
¿Que porqué? seré breve y les diré que siempre que te quieras a ti misma, siempre que te mires al espejo y digas que esta noche no habrá otra más guapa que tú , siempre que pienses que nadie es mejor ni peor porque todos somos diferentes y siempre que tú te quieras , los demás sabrán quererte ya que no hay actitud más fuerte que el amor hacia uno mismo. Ahora sé que la mayoría de las personas no comprenderán apenas la grandeza que lleva el sentirse tan especial y lo que es mejor, sin ningún motivo porque siempre llega ese día, en el que te sientes más mayor y aumentan las ganas de crecer porque sientes que todo va a ir bien ya que nunca más te rendirás o por lo menos has hecho la promesa de ello. Ya no soy la de antes, ahora mucho más fuerte, para hundirme hace falta mucha práctica y para hacerme daño mucha inteligencia. Nada es imposible, solo complicado.
Pequeñas grandes cosas, como que un día no me apetece otra cosa que reír y sé con quién cuento. Pequeñas grandes cosas, como hoy nos inventamos una canción y no pasa nada si es horriblemente arrítmica e incoherente, es nuestra. Pequeñas grandes cosas, como un abrazo, una tarde sin tiempo limitado, cualquier lugar y mil risas. Pequeñas grandes cosas que por muy estúpidas que parezcan, hacen olvidar cualquier preocupación, cualquier problema, y eso las convierte en importantes. Pequeñas cosas que solo entienden quienes las viven.