Y lo ví, lo volví a sentir, volví a sentir esas mariposas en el estómago, esas que que solo había sentido un par de veces. Y pasó lo irremediable, sonreí, pero no esa sonrisa que tengo siempre, no. Esa de tonta, de boba, esa que no puedo dejar de tener en la cara.
Pensaba que nunca más la tendría pero, supongo que me equivoqué. E inexplicablemente he vuelto a la casilla de la salida, pensaba que había perdido el juego, pero no, puedo volver a intentarlo, puedo volver a sentir lo mismo aunque sé que es difícil, pero me da igual, ya he aprendido que quien no arriesga no gana, ya estoy harta de perder, con lo cual voy a darlo todo como si esto fuera la última oportunidad de poder ser feliz. Y la verdad, podría ganar, así que, lo intentaré, pero estoy segura de que si fallo que si vuelvo a pasarlo otra vez tan mal, la próxima vez que sienta mariposas en el estómago, beberé insecticida.
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