Todavía me resisto a la absurda tentación de pisar el freno, de pasarla bueno, disfrazarme de alguien que no soy. Todavía tengo amigos que me quieren como soy, siempre un poco loca y, todo lo que toco lo quiebro y pido perdón. Y acá me vez, escapándole al fuego que sigue quemando. Esa oración, libertad, ansiedad, un amor, soledad. Y así vivir mucho mejor.Todavía que me río del amor, del café y de dormir. Y si lo sufrí fue casualidad; un error nunca te hace mal.
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